El secreto para empezar a emprender sin riesgos

Creo que sí que hay un secreto para emprender sin riesgos. Y no te estoy hablando de palabrería motivacional, si no de algo tan simple, que no parece un secreto. Pero antes de contártelo, te voy a dejar claro lo que, pese a lo que puedas leer por ahí, NO te garantiza el éxito al emprender:

Tener una buena idea. Las ideas no sirven para nada. Hay 7.500 millones de personas en el mundo, si de verdad te crees tan listo para tener una idea única y mágica que por si sola sirva para ganar dinero, es que no sabes de que va esto de emprender.

El trabajo duro. El cementerio está lleno de empresas dirigidas por gente que ha trabajado de forma incansable durante 12 horas al día. Trabajar mucho no te garantiza nada si no lo haces en la dirección adecuada.

Tener pasión. La pasión es genial, te ayuda a estar más feliz con lo que haces, pero está sobrevalorada a la hora de montar empresas. Es mejor apretar las teclas adecuadas sin pasión, que tocarlas todas super motivado.

Tener dinero. El dinero ayuda mucho, sobre todo para empezar, pero no nada te garantiza que tu negocio vaya a ser rentable y sostenible.

Tener contactos. Al igual que el dinero ayudan, pero ¿de qué te sirven los contactos si ejecutas mal tu negocio?

Entonces ¿cuál es para el el secreto para montar una empresa con éxito? Según mi experiencia simplemente tienes que tener un cliente que vaya a comprar lo que estás haciendo. Tan sencillo como esto.

Si antes de invertir tu dinero o tu tiempo, antes de ahogarte en la burocracia, antes de montar una estructura, antes de hacer un super plan de empresa, ya tienes un cliente que va a comprar lo que quieres hacer, es muy difícil que el negocio vaya mal al principio. Eso sí, tener un cliente no es lo mismo que tener encuestas de gente que diga que le encanta tu producto o que tus amigos te hayan dicho que les gusta lo que vas a hacer y que lo comprarán seguro cuando lo tengas. Eso no sirve de nada.

Lo que se necesita es un cliente de verdad, un pedido en firme. Entonces ya solo debes ser capaz de entregar lo que has prometido, y conseguir que te cueste menos de lo que te van a pagar por ello, para así obtener un beneficio.

Y es que la mayoría de las personas que conozco que quieren montar una empresa, centran todos sus esfuerzos y recursos en su producto o servicio, del que generalmente están enamorados, cuando el foco siempre debe estar en el cliente.

Este secreto no te garantiza el éxito a medio ni a largo plazo, ya que éste depende de muchos más factores, como el mercado, tu producto o servicio, el equipo del que te rodeas, tus gastos… Pero es perfecto para empezar.

En mi empresa empezamos así

En rudo, mi empresa de desarrollo de apps en la que ahora trabajamos 22 personas, empezamos de esta manera. Sin una idea innovadora, sin dinero y sin contactos. Pero con un cliente.

Mis socios y yo estábamos trabajando en una startup en la que desarrollábamos nuestra propia app. Llevábamos un año y medio de trabajo, pero no dábamos con un modelo de negocio rentable y ya no teníamos dinero. Así que teníamos dos opciones: cerrar, o aprovechar nuestro equipo y nuestra experiencia para intentar hacer apps para otras empresas.

¿Qué hicimos? Inventarnos rápidamente una empresa digamos “ficticia” de desarrollo de apps. Hicimos una web sencilla y una marca y empezamos a vender nuestros servicios. No necesitamos dinero ya que solo invertimos nuestras horas de trabajo. Usamos nuestros propios ordenadores y teníamos una oficina en el coworking de la Universidad Politécnica de Valencia en el que no pagábamos alquiler.

Durante tres meses contacté con cientos de empresas para presentarnos e intentar que nos encargaran el desarrollo de una aplicación. Y al final lo conseguí. Un pedido en firme para desarrollar una app en iOS y en Android. Con el dinero que nos iban a pagar podía pagar al equipo y tener un beneficio. Así que hicimos la app. El cliente quedó contento, y unos meses después nos contrató el desarrollo de otra aplicación. Pusimos en marcha lo aprendido, replicamos el modelo, lo escalamos y contratamos más gente.

Y ahora, tres años después, somos una de las empresas de desarrollo de aplicaciones más grandes de Valencia. Y lo que nos queda. Nuestro secreto para empezar, muy simple, tener un cliente.

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