Hace unos días en Lãberit , la empresa matriz propietaria de Rudo, celebramos las fiestas juntándonos en el L’Hemisfèric de Valencia y tiñéndolo de rojo, nuestro color. La imagen es una pasada. Y estar allí fue un lujo. 600 personas, solo una parte de los 922 que somos, brindando por el fin de un año 2022 espectacular.
La verdad es que estoy muy contento desde que nos compraron. Quien me lo iba a decir a mí, el emprendedor nómada con cierta alergia a las corporates. Pero es que lo están haciendo muy bien. No nos compraron para engullirnos y convertirnos en una consultora gris. Lo hicieron para sumar, para potenciar lo que hacíamos bien y aportar en lo que hacíamos peor. Dejándonos hacer, acompañándonos.
Parece que en Lãberit también están contentos conmigo porque ahora me han hecho su director de marketing. Para compaginarlo con mi labor actual como CEO de Rudo, en la que seguiré dirigiendo el negocio de apps. No saben la que han liado…
A partir de ahora voy a tener una doble función, Más startupera en Rudo, más corporativa en Lãberit. Lo que me gusta a mi un pluriempleo.
Va a ser un 2023 divertido