Mucha gente me dice que está feliz en la empresa para la que trabaja, pero que también quiere emprender ¿Sabes que se pueden hacer las dos cosas? Y es que el espíritu emprendedor es perfectamente compatible con que te paguen una nómina a final de mes. Es lo que se llama intraemprendimiento, y aunque el palabro se las trae, lo puede hacer cualquiera.
Tiene la ventaja de que el riesgo es menor, y el inconveniente de tienes que compartir el posible beneficio. Los intraemprendedores están siempre atentos para buscar mejoras, son proactivos y no se conforman con simplemente hacer lo que les dicen.
1. Detecta una necesidad
Para emprender dentro de tu empresa lo primero que necesitas es detectar una necesidad (de algo nuevo o de algo que se puede mejorar), y definir la forma de satisfacerla dentro de tu empresa. Siempre teniendo como objetivo lograr un beneficio económico, sea a través de aumentar el volumen de negocio de forma rentable o a través de mejorar un proceso que a la larga aumente el beneficio. Yo siempre digo que en una empresa para ganar más solo hay dos fórmulas: ingresar más o gastar menos. Si tu idea logra una de estas dos cosas, ya lo tienes.
2. Propón un win win.
Lo segundo, propón a tu jefe llevar a cabo tu plan mientras no descuidas tu trabajo actual. La clave está en el win-win. Si le pides dejar de hacer tu trabajo para apostar por algo nuevo, tendrá que buscar a alguien para suplirte y además le estás pidiendo que sea él quien lo arriesgue todo. Y la clave está en compartir el riesgo. ¿qué jefe no estaría encantado en aumentar su beneficio con un riesgo limitado? A mí al menos si me lo proponen estaría encantado.
3. Pide tu recompensa
Lo tercero, proponle también lo que quieres obtener si sale bien. Puedes decirle que te aumente el sueldo una cantidad si lo consigues. O que quieres un bonus del 50% del beneficio que se genere con la medida a implementar. Puedes pedir que si sale bien en un periodo de tiempo te promocione a otro puesto. O cualquier cosa que se te ocurra que suponga un beneficio para ti acorde a la mejora supuesta.
Este método sirve para cualquier trabajo, así que fuera excusas. Te pongo un par de ejemplos:
Camarero
Tabajas de camarero en un restaurante que está siempre lleno a la hora de comer y a la hora de cenar. Como casi todos los restaurantes cierra por la tarde. Pero tú ves que cada vez están más de moda esos sitios que sirven tartas gigantes muy apetitosas a la hora de la merienda. ¿Por qué no sentarte con tu jefe y proponérselo? Puedes poner en marcha un servicio de tartas aprovechando los postres que ya se sirven en el restaurante. Te puedes hacer cargo de llevarlo a cabo, trabajando extra en esas horas para implementarlo y proponiendo a tu jefe una especie de alquiler dentro del restaurante, o un reparto de beneficios en el que él pone el local y los postres y tú el trabajo. Si funciona, ¡todos contentos!
Administrativa
Trabajas de administrativa en una gestoría que da servicios de contabilidad, nóminas y demás para pymes. Pero tú además eres experta en marketing. No te quieres tirar a la piscina a montar tu propia agencia de asesoramiento en marketing porque estás muy a gusto. ¿por qué no propones a tu jefe montarlo dentro de la empresa? La empresa ya tiene los clientes y sólo tendrías que ofrecerles un servicio más. Para la empresa puede suponer un aumento del negocio y solo tiene que poner la infraestructura. Tu tendrías que currártelo fuera de tus horas de trabajo, pero si sale bien se podría contratar a gente y que atu a medio plazo los dirijas. Y una vez más si sale bien ganáis los dos, y si sale mál no se pierden mucho.