Trabaja menos

Hace un año y medio monté rudo, mi empresa de aplicaciones móviles. Éramos cinco personas. Ahora somos 18. Y seis de ellas han empezado en el último mes. Estamos creciendo mucho, los retos se multiplican y los proyectos también. Voy a tope y a veces me faltan las horas. Como a cualquier emprendedor. Pero ahora estoy en Sri Lanka escribiendo esto desde la playa. Hace dos semanas cumplí cuarenta años y tenía planeado desde hace tiempo cogerme estas vacaciones y hacer algo especial. Y no quería que ni el trabajo ni nadie me lo impidiera. Así que llevo ya diez días por aquí y aún me quedan cinco más para disfrutar, desconectar, recargar pilas, organizar ideas, replantear prioridades… O escribir en el blog.

Me dicen que soy un irresponsable por irme tan lejos y dejar mi empresa en un momento clave como este, creciendo y con seis personas recién incorporadas. Y es que cuando montas un negocio parece que no puedes parar de trabajar. Tienes que decir que curras doce horas al día y contarlo por redes sociales. Porque si dices que tú solo haces ocho horas te dirán que eres un emprendedor de mierda. Que los emprendedores no duermen. Que una vez has dado el paso tienes que levantarte cada día super pronto, dejar la oficina a las tantas y por supuesto olvidarte de los fines de semana ya que el sábado también hay que dar el callo. Que lo que toca es dejar de ver a la familia, no cogerse vacaciones y darlo todo por tu empresa. ¿Sabéis qué? Que yo pienso lo contrario. Yo abogo por trabajar menos y mejor. Si yo trabajo más de 35-40 horas por semana no rindo. El cansancio y el agobio no me dejan pensar con claridad ni mirar los problemas con perspectiva.

Muchos dirán que así me va. Que a mis cuarenta recién cumplidos no tengo casa propia, que mi coche es de los que ya tienen que pasar la itv cada año y que mi cuenta de banco da penita. Y tienen razón. Quizá si en las cuatro empresas que he montado hubiera trabajado 80 horas a la semana en vez de 40 ahora sería el orgulloso dueño de un BMW, tendría un piso en propiedad y ahorros por si pasa algo. Y no tengo nada de eso. Pero estoy muy feliz de haber visitado ya 32 países (y los que me quedan).

Y eso que me encanta mi trabajo. Pero aun así no me creo lo de “elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”. A mi me gusta mucho lo que hago, de hecho no podría tener un trabajo que no disfrute ya que no tengo esa capacidad de sufrimiento. Pero aun así hay días, muchos, en los que cuando suena el despertador a las siete de la mañana preferiría quedarme en la cama. Hay otros en los que tengo que hacer tareas que no me aportan nada. Y en ocasiones el curro es repetitivo o los proyectos no me motivan. Aunque hay otros días en los que me lo paso genial trabajando, que lo prefiero a salir a tomar cervezas o ir al cine.  ¿Pero de verdad puedo decir con honestidad que prefiero estar trabajando a estar en esta playa con un mojito?

A mi lo que me funciona es el equilibrio. Tener un trabajo que me gusta, y en el que intento ser metódico y ordenado, y tener tiempo libre en el que intento no acordarme de que tengo un trabajo. Creo en estar donde estás en cada momento y en darlo todo mientras estás donde estás. Si estás currando, curra. Se metódico, se exigente, se bueno. Aprovecha el tiempo tratando de ser lo más productivo posible y conseguir tus objetivos utilizando los menores recursos y el menor tiempo. En mi caso, como he dicho, no soy bueno si trabajo más de 40 horas por semana. Estas son las cosas que a mi me funcionan y me permiten organizarme como para poder coger irme de vacaciones sin pensar en mi empresa.

Ponte un horario y cúmplelo

La oficina de mi empresa está ahora en las instalaciones de Startupv en el campus de la Universidad Politécnica de Valencia. En el mismo edificio hay muchas más oficinas de emprendedores. Y algunos llegan a las 10 a trabajar, se toman media hora para almorzar y luego usan dos horas para comer. A las 4 están súper agobiados por que no les da la vida y para quitar el estrés le dan un rato al ping-pong. Por eso acaban saliendo a las 8 de la tarde, se llevan trabajo a casa y tienen la sensación de que no les da tiempo a nada. Como se acuestan tarde, al día siguiente apuran el despertador y llegan a las 10.30… y así poco a poco tienen la sensación de estar todo el día trabajando pero en realidad están aprovechando muy poco el tiempo.

Yo soy de los que defiendo que es da igual el número de horas que se trabajen, que lo importante es el resultado. Pero hay en negocios como una tienda que tiene que tener un horario determinado. También el caso de mi empresa de apps en la que vendemos horas de desarrollo. En rudo tenemos un horario de 38 horas por semana, así el viernes por la tarde no hay que trabajar. Se trabajan 8 horas al día de lunes a jueves y 6 los viernes. Cada uno organiza su día pudiendo entrar de 8:00 a 9.30 y tomándose el tiempo que considera para comer. A mi me gusta entrar entre las 8.00 y las 8.30, comer en poco tiempo, y poder irme a casa en torno a las 17.30. Intento estar centrado, ya que creo que cuando se está trabajando hay que estar a lo que se está. Y eso intento inculcar al equipo. Que todos seamos puntuales, rigurosos, metódicos y exigentes mientras estamos trabajando. No me gusta que la gente se quede más tiempo trabajando del que corresponde, y mucho menos que se lleven trabajo a casa. No quiero que ninguno haga más de las horas que tienen que hacer. Solo conseguiré quemarlos y que estén infelices y que al final se acaben yendo a otra empresa. Eso no quita para que en una ocasión puntual todos tengan que tirar del carro y haya que trabajar más. Pero eso es algo puntual, no puede ser una norma.

Como he dicho creo que trabajar muchas horas no es productivo. Hay una teoría que dice que el tiempo que se tarda en hacer una tarea es igual al tiempo que tenemos hasta que hay que entregarla. Y estoy totalmente de acuerdo. Eso me lleva a lo siguiente que intento aplicar.

Acaba cosas

Cuando tienes un horario claro, y sabes que no puedes trabajar más horas, acabas cosas que de otra forma alargas más y más. Mi jefe en Grupo Siro, Luis Ángel López, siempre me decía que lo perfecto es enemigo de lo bueno. Si no paramos hasta conseguir un trabajo perfecto quizá nunca consigamos llegar a tenerlo terminado. Es mucho mejor avanzar y hacer cosas buenas en el tiempo establecido, a retrasar y retrasar entregas con el propósito de hacer algo perfecto.

Vete de vacaciones sin llevarte trabajo

Cuando estés de vacaciones, estate de vacaciones. No te lleves el portátil de trabajo, desconecta el móvil de empresa y disfruta, descansa, sal, pasea, lee… ¡pero estate a lo que estás! Hay gente que dice que eso es imposible, que si se van 15 días de su empresa sin estar al mando se va a pique. No me lo creo. ¡Y si es así es que lo estás organizando todo fatal! Nadie es imprescindible y debes organizar tu empresa para que nadie lo sea, ya que de esa manera minimizas el riesgo de que cuando alguien “imprescindible” se vaya, todo se joda. Y por supuesto tú tampoco debes ser imprescindible.

Estas son las ventajas que yo veo a irse de vacaciones lejos sin llevarse trabajo:

1. Ves las cosas con perspectiva.

Los problemas no lo son tanto cuando los ves desde 10.000 km. Y las soluciones llegan más fácil. Hay muchas veces que no puedes ver realmente lo que pasa si no te pones un poco hacia atrás y miras el problema en su conjunto.

2. Descansas, te oxigenas.

Si trabajas sin parar y no tienes ocio, tu vida se va volviendo más gris y dejas de estar feliz. Y si no estás feliz llegará un día, más tarde o más pronto, en el que acabes mandando todo a la mierda. Cuánto más felices estemos mejor vamos a trabajar.

3. Das responsabilidad real a otros.

La gente crece cuando tiene que buscarse la vida. En mi equipo ahora somos 18 personas. Cuando yo estoy en la oficina siempre acabo solucionando los problemas ya que la gente cree que debo ser yo quien tome esas decisiones controvertidas  Cuando no estoy ellos mismos acaban solucionando las cosas, ya que saben que es la única opción.

 


En definitiva, creo que el trabajo es importantísimo en la vida. Pero que la vida no es solo trabajo. Yo al menos necesito un equilibrio. Te recomiendo un artículo del blog Wait but Why que se llama The Tail End en el que te muestra visualmente cuanto tiempo de vida nos queda para determinadas cosas. Después de leerlo quizá hagas una pequeña parada y decidas trabajar menos y te des cuenta de que hay cosas que no debes dejar de lado.

2 opiniones en “Trabaja menos”

    1. Gracias Sonia! Pues este año empecé a escribir el blog. Yo no había escrito en mi vida, pero era algo que llevaba tiempo intentando hacer. Me cuesta encontrar el momento, pero cuando consigo ponerme me relaja un montón y me motiva. Así que uno de los objetivos de las vacaciones era escribir un rato cada día, pero intentando que fuera en un entorno más inspirador que el salón de mi casa 😉

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