La comoditización del trabajo 100% remoto

No me gusta el trabajo 100% remoto ni voy a implementarlo en mi empresa. Ya está, ya lo he dicho 😇. No estoy en contra del trabajo remoto, todo lo contrario, me encanta. Pero no me gusta al 100% porque sí y para todos. Yo defiendo la flexibilidad, estando a favor de un porcentaje variable de trabajo remoto entre el 10% y el 90%, en función de las circunstancias y de las necesidades de la empresa, de los empleados y del negocio.  

Comoditización

Pienso que con el trabajo remoto al 100% estamos asistiendo a la comoditización del trabajo de oficina, tanto para empresas como para empleados. ¿Pero qué es eso de la «comoditización«? La RAE define a las commodities como materias primas o productos básicos. Pero la palabra se suele usar en un sentido más amplio para referirse a productos o servicios homogéneos y con poca diferenciación entre las distintas unidades del mismo. Uno de los ejemplos típicos es el del trigo, que tiene un precio y una calidad casi igual haya sido plantado en un terreno de León o de Wisconsin. En el supermercado pasa cada vez más con productos como la leche, el arroz, la pasta o el papel higiénico. A medida que se convierten en commodities y desaparece la diferenciación bajan los precios. Las empresas luchan contra la comoditización con las marcas, con el objetivo de aportar un valor extra a sus productos. La comoditización no es mala de por sí, supone que más personas puedan acceder de una forma homogénea y con un precio bajo a más productos, pero ¿nos interesa en el trabajo? ¿Queremos convertirnos en empresas y en trabajadores de marca blanca?

Con el trabajo remoto al 100% estamos asistiendo a una comoditización similar, en la que cada vez da más igual quién sea el empleador o quién sea el empleado.

Para las empresas

Las empresas han tenido hasta ahora métodos y herramientas para diferenciarse claramente unas de otras y aportar valor al trabajador: la localización geográfica, la oficina física y su decoración, las mesas, las sillas, la luz natural, el ambiente más o menos relajado, el momento del café, la hora de la comida, la relación con los compañeros… Pero con el trabajo remoto, ¿Cómo puede una empresa diferenciarse de otra? Esto se acentúa más en el ámbito tecnológico, sobre todo en las empresas de desarrollo de software en el que los procesos son cada vez más estándar a nivel mundial. Cuando no hay oficina, ni interacción física, ni almuerzo, las únicas interacciones con el empleado son las tareas en Jira, las reuniones de seguimiento por Zoom y el ingreso de la nómina. ¿Qué más da entonces trabajar para una empresa que para otra? Las empresas pasan a ser totalmente intercambiables, entes abstractos que ponen tareas, dando igual trabajar para una empresa de Burgos que haga tornillos que para una en Kuala Lumpur que desarrolle inteligencia artificial. La única diferencia es el salario, que tenderá también a estandarizarse cuando las empresas pasen a ser commodities para los empleados.

Para los trabajadores

Y como trabajadores… ¿cómo diferenciarnos en este nuevo paradigma? En el que nos convertimos en recursos productivos intercambiables que realizamos tareas en más o menos tiempo y con mayor o menor calidad, pero poco más. Donde es mucho más difícil que se tengan en cuenta nuestras soft skills, nuestra actitud, nuestras ganas de hacer cosas. En el trabajo en remoto no hay momentos de pasillo, ni conversaciones banales de esas que se convierten en ideas estructuradas primero y en productos o servicios de éxito después. Nos tenemos que limitar a hacer las tareas que nuestro empleador nos ha solicitado, siendo recursos más que personas. Desde el momento que nos hacemos sustituibles no hay ninguna razón para que nuestro empleador no nos cambie por otro recurso en otra parte del mundo con un sueldo muchísimo más bajo, que también pueda hacer determinadas tareas en el mismo tiempo que nosotros.

Flexibilidad

Desde mi punto de vista la comoditización de personas y empresas no es positiva, ya que deshumaniza el trabajo y lo convierte en un simple intercambio de tareas por dinero, dejando de lado su carácter social. A mí me encanta trabajar, lo disfruto mucho y me niego a pensar en un mundo en el que el trabajo se limite solo a la realización de esas tareas específicas. El trabajo es mucho más, el trabajo es social.

El trabajo 100% remoto ha sido una adaptación forzosa a la pandemia, pero no creo que sea la forma más eficaz para las empresas ni para los trabajadores. Creo que vamos a vivir una vuelta a las oficinas en un modelo mixto como el que yo defiendo. Pienso que el remoto no es la panacea para todo el mundo, y que aunque a veces es más productivo, otras no. Que, aunque a veces provoca felicidad, otras depresiones y ansiedad. Y que el Zoom es perfecto para solucionar temas concretos, pero no sustituye al almuerzo, los flirteos en la fotocopiadora o las conversaciones de fútbol. Que la magia y la creatividad que surge estando juntos no siempre sale de reuniones programadas, muchas veces aparece con una cerveza, un paseo o una conversación banal.

Vuelvo al inicio, no estoy en contra del trabajo remoto. Creo que es una herramienta buenísima de flexibilidad y productividad y me encanta. Yo mismo trabajé cuatro meses en 2019 como nómada digital en remoto desde Asia, y pienso volver a hacerlo en cuanto acabe la pandemia. Simplemente no me gusta al 100% para todos y porque sí. En cuanto acabe la pandemia implementaré un modelo mixto en mi empresa, basado en la flexibilidad, con un porcentaje variable de trabajo remoto entre el 10% y el 90%, pero no igual para todas las personas ni para todos los momentos, si no que irá variando y estará adaptado a las circunstancias y las necesidades de la empresa, de las personas y del negocio.

Y tú ¿qué opinas del trabajo remoto al 100%?

5 opiniones en “La comoditización del trabajo 100% remoto”

  1. Soy empleado y definitivamente estoy de acuerdo con tu opinión el remoto al 100% no es bueno para ambas partes, en el caso de las empresas lo sería para esas empresas netamente comerciales que su producto no necesite tanta publicidad y reconocimiento Para nosotros es como dices restarnos la capacidad de ser visibles Pero en estos tiempos de pandemia si es importante manejarlo con porcentaje semanal, y después de esta no descartarlo del todo si no manejarlo en circunstancias puntuales.

    Buen día y felicidades por su aporte

  2. Estoy de acuerdo.El socializar es necesario y diría que hasta vital e influye en tu realización personal, cuantos hemos encontrado hasta nuestra pareja en la oficina. Muchas empresas han encontrado una excelente oportunidad de bajar sus costos, (internet, energía mantenimiento, equipo y otros. Estoy de acuerdo en la modalidad de teletrabajo pero no estar al 100%
    Nos estamos conectando con la tecnología, pero nos desconectamos del calor humano.

  3. Para mi es perfecto, me da independencia y al ser una como pequeña unidad de mi empresa siento que soy gerente de mi espacio de trabajo y solo consulto lo que no puedo resolver de forma autónoma.
    Es el trabajo del futuro, y llego para quedarse es inutil especular con porcentajes del 10 al 90%, manda la realidad ese porcentaje, y la necesidad.

  4. Es duro pensar q aquel futuro que pensábamos del trabajo ha llegado más rápido de lo que esperábamos, el hombre es un recurso más dentro de la maquinaria insaciable, las empresas sólo intentan llegar incrementar ganancias y bajar costos. La comoditizacion, precarización del trabajo, la fragmentación de las empresas para implentar tercerizacion es la situación actual q afronta al trabajo, lo cual nos asume suponer q el fin de ciertos trabajos van acontecer. El futuro ha llegado….

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