La he cagado. Hace tres semanas quise convertirme en «nómada digital». Viajar sin billete de vuelta mientras dirigía mi empresa rudo, en la que trabajan 19 personas haciendo apps. No lo he conseguido, así que en 7 días estoy de vuelta en la oficina.
Me he dado cuenta que cuando estás al frente de una empresa, no vale solo con ejercer una función concreta. He sido capaz de hacer la parte comercial, pero dirigir no es solo eso.
Así que me vuelvo, pero no con el rabo entre las piernas. Mi MVP no ha salido como pensaba, como casi siempre pasa con los productos mínimos viables, pero la experiencia ha sido genial. Durante estos días he corrido más de 60 km por Cracovia, he llorado viendo lo que el ser humano es capaz de hacer en Auswitch, he trabajado en el Campus Google de Varsovia, he salido de fiesta con gente que acababa de conocer en Bratislava, y he tomado cervezas con un coreano que llevaba 22 meses recorriendo el mundo.
He vivido cosas que nunca hubiera vivido en mi casa de Valencia (super cómoda, por cierto). Y a la vez me he dado cuenta, que como está ahora montada mi empresa tengo que estar presente. Pero también que cuando pruebas siempre ganas. Ahora tengo la autoestima por las nubes y más claro aun que sólo de mi depende construir lo que quiero. ¡A seguir probando!