¡¡Olé 🎉!! Hoy he vendido desde mi coworking de Tailandia y vestido así un proyecto de aplicación de más de 20.000 €. Y estoy super contento 😁. Y eso que desde que acabé la carrera no han parado de repetirme que para triunfar tengo que trabajar diez horas al día, que tengo que ser el último que se va de la oficina, que tengo que ir vestido con camisa, llevar zapatos, parecer serio… Y de tanto repetírmelo me lo había creído. Pero las cosas se pueden hacer de otra forma.
No es ni mucho menos la app más grande que hemos desarrollado en mi empresa rudo, pero haber cerrado el negocio desde aquí me demuestra que no siempre hay que hacer las cosas como nos han dicho. Hace un mes y medio decidí venirme a trabajar a Tailandia mientras dirijo desde aquí mis dos empresas de España, en las que ya trabajan 27 personas. Y conseguir resultados como este me da fuerzas para seguir apostando por hacer las cosas de forma diferente. Sobre todo, cuando ésta nos hace un poco más felices ☺️.
Vendiendo proyectos de apps
La forma de conseguir el proyecto ha sido bastante curiosa y nada tradicional. En rudo desarrollamos apps para empresas, a veces directamente y a veces subcontratados por otras empresas más grandes que necesitan programadores. Mi trabajo es buscar esas empresas. Hace dos años descubrí al grupo Art Visual en Valencia, una empresa tecnológica con proyectos como Zeus Vision que hace dashboards, o Sesame Time, un sistema de gestión de horarios laborales que usan más de 1.000 compañías.
Después de muchos intentos conseguí una reunión con su CEO y fundador Albert en sus oficinas. Estuvimos una hora contándonos lo que hacíamos cada uno. Mi objetivo era venderle nuestros servicios de desarrollo de apps, pero el fue mucho más hábil que yo y me vendió a mí su sistema de gestión de horarios laborales Sesame.
Flexibilidad en el trabajo
En ese momento en rudo éramos ocho personas y necesitábamos un sistema que nos permitiera implantar flexibilidad horaria para nuestros trabajadores, gestionar las vacaciones, fomentar el teletrabajo y además controlar nuestro tiempo. También queríamos medir la rentabilidad de nuestros proyectos para optimizar nuestros recursos.
Yo creo que la flexibilidad no se consigue cuando cada persona hace lo que le da la gana, yendo y viniendo sin control. En mi experiencia eso es una locura a nivel organizacional porque nunca sabes cuándo puedes contar con el resto de miembros del equipo. Creo que la conciliación se consigue cuando tienes información, sabes lo que tienes que trabajar y lo que has trabajado y te permiten gestionarlo.
Sistema de gestión de horarios
Así que me fui de la reunión sin vender y con Sesame bajo el brazo. La verdad es que es una pasada, ahora cada persona hace check-in cuando llega, indica cuando se va a comer, vuelva a loguearse por la tarde y hace check-out cuando se va a casa. Tenemos un horario flexible de entrada entre las 8.00 y las 9.30, cada uno come cuando quiere con un mínimo de media hora, y se va cuando ha hecho sus horas. Todos saben las horas que tienen que trabajar por mes y pueden gestionarlas para conciliar su vida personal. Y por supuesto no se les pide que trabajen ni una hora más de las les corresponden.
Además de indicar que están trabajando, asignan su tiempo a los proyectos que estamos desarrollando, para así poder tener claro el número de horas que se están dedicando. Como muchos de nuestros proyectos son por horas, solo tenemos que coger los datos de Sesame y compartirlos con el cliente. Así solo se facturan los minutos efectivamente utilizados. También lo usamos para gestionar las vacaciones de forma bastante sencilla.
A principios de este año, cuando ya éramos 22 personas en el equipo, yo decidí venirme a trabajar desde Tailandia durante una temporada. La verdad es que Sesame me ha facilitado bastante las cosas, ya que desde aquí tengo control total sobre las personas que están trabajando, saber en que proyectos y sobre qué tareas. Así puedo tomar decisiones basadas en datos reales rápidamente.
Segundo intento comercial
El caso es que ya éramos clientes de Albert a través de Sesame pero él no era nuestro cliente. Y yo seguía empeñado en trabajar con él. La labor comercial a veces es complicada, le escribí varias (muchas veces) por Linkedin intentando hacer una visita para ver si esta vez conseguía yo venderle algo. Le di todos los argumentos y razones por los que trabajar con nosotros molaba, pero no conseguí demasiado. Un día, ya desesperado, le escribí diciéndole que por favor nos viéramos, ya que en breve me venía a Tailandia a trabajar desde aquí. Fue como magia, le sorprendió la historia y al día siguiente estaba en nuestra oficina de Valencia conociendo al equipo y charlando sobre el futuro. ¡Y nos encargaron nuestro primer proyecto de desarrollo!
Empezamos a trabajar juntos
Así que empezamos a trabajar juntos y eso nos abrió más posibilidades, ya que a la vez nos dieron acceso a la API de Sesame con todos nuestros datos de fichajes. Desde ese momento ya podíamos desarrollar soluciones y apps a medida con nuestros datos. Así que compramos dos teles de 55 puldadas para la oficina y montamos dos paneles de gestión:
Un panel centrado en los proyectos. Vemos en tiempo real qué persona está trabajando en cada proyecto, cuántas horas se han usado y en que tipo de tareas (en nuestro caso en programación de Android, de iOS y de Back). También como va el proyecto respecto a las horas presupuestadas. Cada día nos reunimos en torno al panel durante cinco minutos para tomar decisiones, tenerlo siempre presente ayuda a ser rápidos.
Un panel de planificación centrado en las personas. Planificamos en que proyecto o proyectos va a estar cada persona cada día con una semana de antelación. En este panel los desarrolladores tienen los proyectos a los que se tienen que dedicar durante las próximas semanas. Su foto solo se pone en color verde si han dedicado horas a los proyectos que les tocaba. Y de un vistazo podemos ver la carga de trabajo que tiene cada uno para poder planificar mejor.
¡Nos encargan Sesame 2 😁!
Y ahora finalmente, mientras estoy en Tailandia, después de mucho trabajo conjunto, nos ha encargado hacer la versión dos de Sesame. ¿Quiénes mejor que nosotros que ya venimos usándola y que hemos hecho paneles a medida para mejorar la versión actual? Así que estoy super contento.
Es genial que haya clientes como Albert que no necesitan delante señores con traje que les inviten a comilonas, que encargan los proyectos en función de los resultados esperados y no de las apariencias.
Hacer las cosas de forma diferente
Haber conseguido un proyecto estando en Tailandia, no significa que voy a decir a todo mi equipo de desarrolladores que se vayan a trabajar desde la playa cada día. Pero sí me deja aun más claro que tengo que estar atento a cualquiera de sus propuestas de trabajo, siempre y cuando supongan un win win. Y si se demuestra que funcionan, ¡adelante! Como he dicho antes yo no soy un hippie que creo que cada uno debe hacer lo que le da la gana en cada momento, yo soy fan de las estrategias, de la planificación, de los procesos sistemáticos… Pero sobre todo soy fan de los resultados, si algo funciona hazlo.
El mundo está cambiando muy rápidamente y nosotros nos empeñamos en seguir haciendo las cosas como nos contaron que se deben hacer, sin reflexionar sobre si hay otras maneras de hacerlas que funcionen y que además nos hagan más felices.
Hoy es un buen momento para empezar ☺️.